Cuanto co2 emite mi coche
¿Se necesita más gasolina para arrancar un coche o para dejarlo al ralentí?
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¿Por qué es perjudicial el ralentí? Las emisiones de los vehículos son la principal fuente de contaminación atmosférica en muchas zonas. Cuando un coche está al ralentí, ¡también contamina! El ralentí malgasta dinero y recursos naturales. Puede dañar los vehículos, contaminar el aire y perjudicar nuestra salud. La contaminación del aire se ha relacionado con el asma y otros problemas respiratorios.
El ralentí contamina el aireUn vehículo al ralentí libera en el aire sustancias químicas nocivas, gases y partículas contaminantes (“hollín”) que contribuyen al ozono, a la neblina regional y al cambio climático global. Cada galón de gasolina quemado produce más de 20 libras de gases de efecto invernadero.
El ralentí gasta combustible y dineroPor cada hora que pasa al ralentí, un camión ligero típico quema aproximadamente un galón de combustible diesel, y un coche típico gasta 1/5 de galón de gasolina. Estar al ralentí durante 10 segundos consume más combustible que apagar el motor y volver a arrancarlo. El ralentí es como quemar billetes de un dólar.
¿Es mejor dejar el coche al ralentí o apagarlo?
Países como Chile y Jamaica están fomentando el despliegue de coches eléctricos, incluso mientras producen electricidad a partir de combustibles fósiles. Aunque pueda parecer contrario a la intuición, el fomento de los vehículos eléctricos en países donde la electricidad procede del carbón ayuda a luchar contra el cambio climático. La clave está en considerar el largo plazo en el análisis. Me explico.
Algunos argumentan que no tiene sentido que el gobierno incentive el uso de coches eléctricos en países donde la electricidad procede de combustibles fósiles, como el carbón y el gasóleo, ya que liberan una mayor cantidad de emisiones de CO2. De hecho, las emisiones de CO2 de un coche eléctrico cargado con electricidad generada a partir de estos combustibles son superiores a las de los coches que utilizan gasolina. Basándose en esto, algunos concluyen que es malo para el medio ambiente impulsar el uso de coches eléctricos. Sin embargo, olvidan la parte más importante del análisis.
El contenido de carbono de la generación de electricidad cambiará en el futuro. 195 países firmaron el Acuerdo de París, cuyo objetivo es limitar el calentamiento global a no más de 2ºC. Los que no respaldan la iniciativa de electrificación están contabilizando las emisiones de CO2 utilizando el factor de emisión de la red actual, que no tiene en cuenta el cambio en el futuro mix eléctrico. Además, no han sopesado los impactos negativos de los coches de gasolina y diésel en la salud humana. Estos elementos no pueden ignorarse, porque se están incentivando las tecnologías de energías renovables, y la literatura ha demostrado que un mayor uso de coches eléctricos se traduce en menos muertes asociadas a la calidad del aire. Por ejemplo, en Santiago de Chile, las muertes acumuladas disminuirían en 1,375 hasta 2030.
Los coches al ralentí contaminan
Hoy en día, la mayoría de los coches tienen un índice de emisiones de carbono. Esta clasificación nos indica las emisiones generadas por kilómetro o milla de conducción y nos ayuda a comparar el impacto climático de los distintos coches.
Aunque es una buena forma de comparar vehículos, no es muy útil para conocer las emisiones reales al volante. Al igual que las estimaciones oficiales de consumo de combustible, estas valoraciones pueden diferir bastante de la realidad.
En este post te mostraremos cómo calcular una estimación más precisa de tus emisiones al volante. Esta estimación se basará en su economía de combustible real e incluirá el impacto de la fabricación del vehículo, la combustión del combustible y las emisiones de la producción de combustible.
Las emisiones de los vehículos deben probarse de forma estandarizada y controlada, por lo que se utilizan ciclos de pruebas para dar una clasificación oficial de emisiones de carbono a un coche. Aunque esto permite una comparación justa entre vehículos, la conducción en la vida real a menudo se parece poco a los ciclos de prueba. Además, estas clasificaciones sólo tienen en cuenta las emisiones de la combustión del combustible, por lo que se olvidan de tener en cuenta el impacto de la producción de combustible y las emisiones de la fabricación del vehículo.
¿Es malo sentarse con el coche en marcha
Desde que salió a la luz el escándalo de los motores diésel EA189 del Grupo Volkswagen, las marcas de coches están más nerviosas. No es que todas vayan a cometer un fraude como el ocurrido en el conglomerado alemán, pero las autoridades son más exigentes a la hora de cumplir la normativa. Así, Mercedes-Benz, el Grupo FCA o el Grupo PSA han estado bajo el ojo del huracán. Sin embargo, ahora es el turno de Jaguar y Land Rover.
Como todos sabíamos, Jaguar y Land Rover dependían de la tecnología de Ford Motor Company. Sin embargo, gracias a la inyección económica de Tata Motors, han podido crear una nueva familia de motores que les hace libres. Así, los bloques Ingenium son modulares y ofrecen consumos y emisiones ajustados. El caso es que parece que a la hora de homologarlos no lo hicieron bien, porque parece que expulsan más de lo que consta en la ficha del motor.
Esta situación ha sido descubierta por la Agencia de Certificación de Vehículos del Reino Unido. Según la nota emitida a Jaguar y Land Rover, explican que el motor afectado puede emitir niveles excesivos de CO2. Por tanto, no cumplirían la condición por la que han sido homologados. Tras ello, ambas firmas se han puesto en contacto con la Comisión Europea para informar del problema.